Un kilo de Harina de Maíz “De Masa” se consigue en 1.300 Bolívares, el mismo valor con que ofrecen la harina colombiana en los automercados.
El bachaqueo y reventa de productos “regulados” sigue campante, mientras que las bolsas de comida del Clap tardan cada día más en llegar a los hogares Rosarenses.
Productos como la harina de maíz De Masa, son vendidos entre 1.200 y 1.300 bolívares en mesas, quioscos y puestos informales improvisados en cualquier esquina o frente residencial.
Otros productos “regulados” como pasta, azúcar, artículos de higiene y limpieza, acompañan la lista de reventa, mientras en los automercados y establecimientos comerciales, sólo se consiguen productos traídos de Colombia, por distribuidores autorizados por el gobierno regional.
Comerciantes locales revelaron a Perijaneros.com que los distribuidores obligan a recibir cantidades de productos secundarios como enlatados, salsas, aderezos y otros misceláneos con cada despacho de artículos de primera necesidad.
“Una entrega de 15 bultos de Harina de Maíz con un valor comercial de 60 mil bolívares viene acompañada por una carga de misceláneos con valor de 800 mil bolívares”, dijo un comerciante mostrando la factura de despacho.
Las autoridades solo ven los productos regulados, pero no hacen nada para proteger la red de comercialización, “esos productos se quedan en los depósitos muchas veces se vencen y nosotros tenemos que asumir la pérdida”.
Ante esa situación optan por armar “combos” exigiendo a los usuarios a llevar dos y hasta tres productos adicionales por cada compra de un artículo regulado a precio justo.
Esta contingencia es aprovechada por bachaqueros y revendedores, quienes ofrecen pagar precios alterados para desviarlos al mercado informal.
“Algunos se prestan a eso pero es un arma de doble filo, porque no les quedan productos atractivos para ofrecer, yo prefiero vender en combos para mantener los artículos al alcance de mis clientes al precio fijado por las autoridades”, manifestó.
Hasta en las redes sociales ofrecen los productos, es común recibir cadenas de Pin, publicaciones en Facebook y hasta por Whatsapp ofreciendo en venta harina y otros alimentos por bultos o por unidad
Clap
La alternativa gubernamental para asumir la distribución de alimentos, a través de los llamados Clap, también mantiene deficiencias.
Desde la entrada en vigencia del programa nacional en el mes de marzo, se realizaron dos ciclos de distribución en el municipio Rosario de Perijá.
Al cierre del mes de julio, las autoridades locales ofrecieron un balance donde señalaron que se habían entregado un poco más de 600 toneladas de productos.
En el mismo período, vecinos de diversos sectores se quejaron del sobreprecio en las bolsas y criterios diferenciales en su distribución.
Se pudo evidenciar que bolsas con la misma cantidad de productos se vendieron con diferencia de costos de hasta 2 mil bolívares, entre un sector y otro de una misma parroquia.
Otra anormalidad es que en algunos sectores se incluyó artículos como pollo, leche o carne, mientras que a otros no les llegaron.
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