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Distribuidores, comerciantes y consumidores, consideran crítica la situación de desabastecimiento en el municipio Rosario de Perijá. Tras los hechos ocurridos el pasado fin de semana donde se produjeron escenarios violentos y saqueos a comercial El Guarichón, se generan obstáculos en la cadena de comercialización.
Algunas distribuidoras no están despachando los productos porque temen al desorden que puede terminar en saqueos. Esto, sin duda, significa que hay menos ofertas en los anaqueles. “No se consigue nada, o encontramos muy poco de lo que buscamos. A veces ni con los bachaqueros”, comenta la gente en el casco central de La Villa del Rosario.
“Esto está difícil. No se consigue casi nada. No conseguimos arroz, ni harina. Después de una larga cola pude comprar en Nasa un combo que traía un kilo de azúcar, un arroz y un paquete de papel sanitario. Me costó mil 496”, dijo Mónica Moreno, vecina del sector Juan Gil. “Esto no me da para nada porque tengo tres niños que mantener. Pido mano dura contra la especulación porque todo está muy caro”.
El sector rural no escapa a esta problemática. En la Sierra de Perijá los campesinos dicen que no hay motivos para producir. José Gregorio Méndez, de la etnia yucpa señala que el sector Río La G, existe un Consejo Comunal que obtiene beneficios pero para sus directivos. “Aquí hay mucha injusticia, porque los organismo que están para controlar no hacen nada. Siempre salen una lista para traernos productos de Mercal y nunca los venden, quizás para donde los desvían. Estamos cansados de esto”.
Luis Gallardo, residente del sector El Recreo, manifiesta que “en lo que va de año aquí no venden Mercal. Pero sí vemos que en el centro de acopio llegan los productos. Hace una semana pasé a las 11 de la noche por el frente de ese establecimiento y estaba un carro sacando algunos empaques. Uno se pregunta, ¿por qué a esa hora? También me contaron los vecinos de ese sector, que allí se dan movimiento a altas horas de la noche. En cuanto al comercio, Gallardo dijo que hay mucha especulación. “Esto va como un caballo desbocado, sin jinete”.
Comercio
Representantes del sector comercio admiten que hay un descontrol entre el precio justo autorizado por el gobierno y el pvp final. Hay mucha especulación. No se justifica que un kilo de arroz marcado en 3.95 lo vendan entre 600 y 700 bolívares”, refiere un comerciante del centro de La Villa, quien pide omitir su nombre por temor a represalias.
“Hay quienes no están en lo formal y venden los productos regulados a sobreprecio, custodiados por la Guardia Nacional Bolivariana. “Que alguien me explique esto” ¿Porqué las autoridades permiten que se venda así? Yo siempre respeto el precio fijado.
Gastón Fernández