La fuerza pública ha tenido que intervenir para evitar desórdenes.
Con mucha cautela, transportistas, distribuidores y comerciantes de alimentos, en la subregión Perijá, deben sortear cada día sus actividades para evitar saqueos y extorsiones. La falta de alimentos de la dieta básica, aunado a la carestía, ha creado una intranquilidad en la población, que es aprovechada por los agitadores de oficio y hampa común.
Trancas en la vías, tumulto frente a locales comerciales e incitaciones a "saquear", son prácticas que vienen ocurriendo en los municipios Machiques y Rosario de Perijá.El viernes en horas de la mañana, casi a la entrada de Las Piedras, parroquia Bartolomé de las Casas, un grupo de personas, interceptó un camión que transportaba leche líquida, para exigirle al conductor que les entregara el producto.
Dixon Paz, presidente de Gadema, explicó, en un breve contacto con el diario La Verdad, que están pendiente de la situación en Perijá. “La gente quería llevarse toda la leche. Finalmente se medió y se llevaron parte de la carga del camión. El transportista tuvo que ceder. Hubo amenazas de saqueo”.Otros hechos similares se han presentado en los sectores La Matica, San Juan y Guadalajara, del municipio Rosario de Perijá, cuando grupos de protestantes por comida u otras exigencias, trancan la vía, propiciándose el cobro de peaje, extorsiones y saqueos, en los desvíos, Ante esta situación, los transportistas de alimentos se paralizan para evitar ser víctimas del hampa.
Gastón Fernández / Perijaneros.com