"Cuando todo parece ir mal pasan cosas buenas que no habrían ocurrido si todo hubiera funcionado". Juan Miguel Ávalos
Sabemos que no es un secreto que el “culillo es libre”, es decir, produce mucho, muchísimo miedo.
Soy un convencido que más que aflojar los tornillos de la silla más importante de Venezuela, —exponiéndome cuando digo esto a recibir expresiones inimaginables—, las sanciones a mi modo de ver han provocado más daño que soluciones al golpeado pueblo venezolano, siendo la excusa perfecta que ha tenido la Revolución del Siglo XXI, —ajustada como anillo al dedo— para prolongar su agonía sabiendo que la borrachera electoral de 1998 que duró años y que tenía de pasapalos la chequera de la renta petrolera hoy no es la misma.
Obama, Trump y Bidem saben bien que el mejor ejemplo del fracaso de sanciones económicas contra un país, en nada han surtido efecto en la duración del modelo de la Cuba comunista, perpetuada frente a sus propias narices, llegando a más de seis décadas de sobrevivencia, donde tampoco el bloqueo económico ha logrado desalojar de la “Isla de la Felicidad” a la versión tropical del comunismo mundial más cercano a las costas de la primera potencia del mundo.
Sin embargo, el trabajo, digamos de hormiguita, que ha desarrollado la Plataforma Unitaria Democrática,—contra malsanas intenciones desestabilizadoras internas y externas— al designar una Comisión Nacional de Primarias, CNP, marcó la diferencia entre quienes han creído que la única salida del peor Gobierno que ha tenido Venezuela es, por un lado, la violenta, —alentada y luego derrotada por el Gobierno— y, por el otro, la electoral llena, minada y saturada de riesgos que supone la utilización pícara, ventajista y abusiva del CNE. No obstante, ese tinglado ha quedado desmontado a los ojos del mundo con los resultados registrados en los procesos de elecciones de la Asamblea Nacional en 2015 y en las de gobernadores de Nueva Esparta, Cojedes y Zulia en 2021 y el más cercano en Barinas en 2022.
En esos casos quedó demostrado lo que tristemente opositores influyentes, —con ceguera patológica—, no le asignan valor al poder del sufragio organizado, resguardado y defendido en los centros de votación. Me cuento entre los millones de venezolanos que, dentro o fuera del país, avala lo expresado por el presidente de la Comisión Nacional de Primarias, Jesús María Casal, cuando aseguró hace días que la actitud de la gente está “motivada, despierta y con ganas de participar” en relación con las elecciones del 22 de octubre de este año.
“Hemos avanzado, hemos dado pasos positivos. No obstante, no podemos anunciar todavía el alcance que tendrá el voto en el exterior, pero sí habrá voto en el exterior”, afirmó.
Esa verdad, no digo desencaja o le mueve el piso a más de uno en el Gobierno de Miraflores o en las altas esferas del chavismo, sino que otras acciones tomadas por la instancia electoral de la oposición lleva a asumir a la cúpula revolucionaria, posiciones de obstaculizar el camino electoral, —amenazando, por ejemplo, en no sentarse en México— cuando ven demasiado cercano el peligro que sus intenciones de perpetuarse en el poder, en el que llevan 24 años, desaparezca.
Lo cierto es que ya hay decisiones que no tienen vuelta atrás. Son demasiado importantes y han sido aprobadas por la Comisión Nacional de las Primarias, entre ellas, el cronograma y la fecha para la realización de las elecciones luego de una amplia consulta nacional con sectores políticos, académicos, gremiales, empresariales y sociales. Además, otra decisión fue constituir una comision mixta junto con el CNE para explorar la posibilidad de un acuerdo de apoyo técnico y logístico de las primarias del 22 de octubre, teniendo y manteniendo la Comisión Nacional de las Primarias, la exclusiva dirección del proceso sin ingerencia en decisiones de terceros.
También es oficial de parte de los miembros de la CNP estabecer el trato igualitario de relación con todos los precandidatos (as), pertenezcan o no a la Plataforma Unitaria Democrática. No es fácil el camino aún por recorrer, pero nada es imposible. Los votos y la voluntad existe como ya ha quedado demostrado. ¡El que persevera alcanza!.
José Aranguibel Carrasco
CNP-5003
14/3/2023